Habitamos un planeta de 12,742 km de diámetro, que se formó hace 4,550 millones de años y que es parte de un conjunto de planetas que orbitan el Sol, una estrella con un diámetro de 1,391,016 km, una estrella mediana, una estrella más entre las 100 mil millones de estrellas que forman nuestra galaxia, a la que llamamos Vía Láctea. La luz del Sol tarda en llegar a la Tierra 8 minutos.
Nuestra Vía Láctea es una galaxia en espiral, como un remolino. Nuestro Sol se encuentra en uno de sus brazos, a medio camino entre el centro y el borde, a unos 28 mil años luz de distancia del centro. La imagen –luz– de una estrella que esté en el centro de nuestra galaxia tarda en llegarnos 28 mil años. Las imágenes que vemos del centro de la Vía Láctea tienen 28 mil años de delay –retraso–. El Sol gira en torno al centro de la galaxia a 800 mil km/h. Da una vuelta completa cada 230 millones de años –apenas ha dado 20 vueltas desde su formación–. El sol se encuentra a mitad de su vida, se calcula que se extinguirá en unos 5 mil millones de años más, antes de que la galaxia Andrómeda choque con la Vía Láctea a unos 288 mil km/h –se acerca a esa velocidad–.
Sabemos que la Vía Láctea, Andrómeda y otras formamos parte de una gran nube de galaxias llamada Cúmulo de Virgo, que a su vez forma un “súper cúmulo” en conjunto con otros cúmulos (Ruiz 2017).
Se calcula el número de galaxias del universo observable en 2 billones –2 millones de millones–. Creo que Dios es muy Grande y Generoso.